Smart Kill es un insecticida/acaricida botánico de amplio espectro y de origen orgánico. Está elaborado a base de extracto hidroalcohólico de ajo (Allium sativum L.) y de extracto hidroalcohólico de Crisantemo (Chrysanthemum sp.) de plantas obtenidos por micro-maceración y proceso de reposo, para asegurar la total liberación de los compuestos activos de cada una de las plantas procesadas. Los surfactantes de origen natural y acondicionados con los que cuenta Smart Kill son aceites esenciales de plantas procesados mediante la tecnología SmartSap para realizar la transformación de dichos lípidos en ácidos grasos bioactivos, que por su capacidad lipofilica e hidrofilica, permiten a los compuestos contenidos en el producto, hacerse traslaminares en el cultivo y sistémicos en la plaga.